1. Test Antígeno: Se trata de una prueba rápida de antígenos cuyos resultados se obtienen en un plazo de 15-20 minutos y nos proporciona una información esencial en el momento inicial del ciclo de la infección, que es cuando existe un mayor riesgo de contagio de la enfermedad, el funcionamiento de la prueba consiste en la detección de una proteína del virus para determinar si alguien está actualmente contagiado.
2. Test PCR: se trata de una prueba virológica, su finalidad es detectar la presencia del virus. Es recomendable para la búsqueda de enfermos asintomáticos, consiste en una prueba de diagnóstico en la fase inicial de la enfermedad.
Las pruebas del PCR se realizan mediante un hisopo que se desliza a través de la fosa nasal hasta la nasofaringe, comúnmente conocida como “prueba del bastoncillo”.
Esta prueba detecta al virus, por lo que es útil en las personas en situación de infección aguda, no pasada.1.
3. Serología: se trata de una prueba inmunológica, busca los dos tipos de anticuerpos que se generan cuando se ha estado en contacto con el virus. Los IgM o anticuerpos tempranos se detectan a los 5-6 días del contacto, son los primeros en aparecer como reacción a la infección. Los IgG o anticuerpos de inmunidad aparecen aproximadamente al décimo día, son indicativos de que se ha producido inmunidad. Es la de mayor sensibilidad y especificidad, puede dar por si sola una información definitiva sobre si la persona ha estado en contacto con la infección y si la hubiese superado. Con esta prueba lo que se obtiene es un test de inmunidad.